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Mielodisplasia canina

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Olivia Hoover | Editor | E-mail

Video: Mielodisplasia canina

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La mielodisplasia describe la producción inefectiva de ciertas células sanguíneas, los mieloides. La mielodisplasia proviene de la evolución descontrolada de ciertas células madre que generan células sanguíneas. La mielodisplasia afecta a seres humanos, perros y gatos, y es probable que afecte a otros animales también. Existen formas primarias y secundarias de mielodisplasia, con afecciones que afectan a todas las variedades de caninos. No hay sesgos en el sexo o la edad.

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Conceptos básicos sobre mielodisplasia canina

La mielodisplasia ocurre como resultado de enfermedades generales o por sí misma como un problema congénito. Cuando los cachorros nacen con mielodisplasia, los signos del problema generalmente surgen entre las edades de 4 semanas y 6 semanas. Los problemas a menudo asociados con el desarrollo inicial de mielodisplasia incluyen cáncer, displasia de médula ósea, neutropenia e infección. Los felinos experimentan las condiciones con más frecuencia que los caninos. Los síndromes mielodisplásicos son extremadamente poco comunes en el reino canino.

Síntomas de mielodisplasia canina

Las dolencias hematológicas se manifiestan de muchas maneras diferentes. Algunos síntomas típicos de la mielodisplasia son las infecciones periódicas, la forma de caminar atípica, la pérdida de peso, la debilidad, la fatiga, el sangrado inmoderado y el aligeramiento del revestimiento mucoso.

Mielodisplasia canina Causas

Los perros que nacen con síndromes mielodisplásicos los tienen como resultado de alteraciones de células madre. Los perros que la desarrollan más tarde en su vida generalmente lo hacen a causa de intoxicación o neoplasia, la última que implica la aparición de un desarrollo de tejido nuevo e inusual al mismo tiempo.

Asistencia veterinaria

La intensidad de los síndromes mielodisplásicos depende de los problemas estructurales de la médula espinal del perro. No todos los perros con mielodisplasia sufren los mismos síntomas o la misma incomodidad exacta. Si tiene alguna razón para pensar que su perro podría tener mielodisplasia, haga una cita con un veterinario. Existe una variedad de opciones de manejo para las dolencias, incluida la asistencia de apoyo a través de transfusiones. Algunos perros con mielodisplasia desarrollan leucemia, en cuyo caso el manejo se convierte en una situación totalmente diferente. Dado que los síndromes mielodisplásicos no son progresivos, sus efectos no se vuelven más graves o incómodos con el tiempo. La importancia de todo esto radica en discutir el plan de manejo más apropiado con el veterinario y lograr que su mascota vuelva a tener una vida lo más cómoda y saludable posible.

Por Naomi Millburn

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